Cliente: Amaral
Amaral en el Wizink Center.
Una foto de Wilma Lorenzo que resume un concierto que duró 160 minutos y para el que se ha trabajado más de dos años.
La comunicación de un concierto de esta envergadura es compleja de por sí, pero en este caso hay que sumarle tres aplazamientos con sus tres cambios de fecha correspondientes, con todo lo que eso conlleva. Ha sido muy intenso, agotador y a veces desesperante, pero el viernes todo cobró sentido al sentir la emoción de volver a ver a Amaral rodeados de 13.000 personas celebrando la vida, y demostrando, una vez más, el innegable poder terapéutico de la música en directo.
Y para cerrar un año que seguro ha dejado una muesca en nuestras vidas, no hay como recordar por qué y para qué estamos aquí, con el último vídeo del año de Amaral que, además de una currada en la recopilación y selección de fotos de Eva y Juan realizada por Inés Domínguez, es toda una declaración de intenciones suyas y nuestras.
¡Va por todas!